SEXO NUDISTA


Inscribirse en un club nudista tiene sus ventajas, pero no para los miembros mayores de cincuenta.
Tomás se hizo miembro de un club nudista muy exclusivo y, en su primer día, se quitó la ropa y fue a darse una vuelta por el mismo. Una linda rubia apareció por ahí e inmediatamente tuvo una erección. La chica, que notó su erección, se le acercó cimbreante y le dijo:

- ¿Me ha llamado señor?

- No, ¿por qué? -respondió Tomás.

- Usted debe ser nuevo por aquí -dijo la chica-.
Le voy a explicar:

- Aquí tenemos una regla, y es que si le ocasiono una erección, quiere decir que usted me ha llamado.

En ese momento, ella lo llevó a un jardín, se tiró sonriente en una toalla y se dejó poseer por Tomás.


Superada esta fase de iniciación, Tomás siguió explorando las comodidades que brindaba el club. Entró en la sauna, se sentó y, tan a gusto como estaba, se tiró un pedo. Inmediatamente se le presentó un hombrón terriblemente corpulento y peludo con una erección como un bate de béisbol y le dijo:

- Señor, ¿me ha llamado?

- No, ¿por qué?

- Usted debe ser nuevo aquí -le contesta el hombrón-. Tenemos una regla que dice que si te tiras un pedo, significa que me has llamado.

Dicho esto, el hombrón volteó a Tomás y lo poseyó como quiso.
Con mucha dificultad y algo jodido, Tomás se dirigió a las oficinas del club, donde le saludó una recepcionista desnuda y muy sonriente:

- ¿Puedo ayudarle?

- Vengo a devolver la llave y la tarjeta, y puede quedarse con los 100 euros de cuota inicial -le dijo Tomás-.

- Pero señor... Usted sólo ha estado aquí un par de horas... -insistió ella- Sólo le ha dado tiempo a conocer un par de nuestras comodidades...

- Escuche señorita. Tengo 58 años y a duras penas tengo una erección al mes... ¡¡pero me tiro 15 pedos al día!


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