TODOS LOS HOMBRES SON GAYS

Después de múltiples investigaciones, podemos afirmar que hemos conseguido datos reveladores que nos han permitido establecer una clasificación óptima de la verdadera naturaleza sexual del espécimen masculino.
Como punto de partida, debemos romper con el orden biológico conocido hasta la fecha: no existen hombres heterosexuales, todos son mariquitas; es decir: se sienten atraídos por otros hombres.
Partiendo de esta afirmación, el macho "average" de nuestra sociedad evoluciona hasta situarse dentro de uno de los tres estadios (A, B o C) en función de estímulos ambientales, los cuales comentaremos más adelante.

Grupo A o Mariquitrolis Comunus

Este grupo es, aparentemente, el más pequeño. Se caracterizan por ser individuos conocedores de su tendencia sexual, mariquitas, y adaptados a la misma. Se sienten atraídos sexualmente por otros hombres y actúan abiertamente de acuerdo a este principio. Jamás establecerán una relación emocional con una hembra, aunque en raros casos puedan llegar a procrear por supervivencia genética.


Grupo B o Indefinidecus gayaterus

Se trata del grupo clave, la transición entre el grupo A y el C. En él se encuentran aquellos hombres que han descubierto su verdadera naturaleza (mariquita) pero se resisten a admitirlo y hacerlo público, acto conocido como "salida del armario". Suelen representar actos de cortejo heterosexual, llegando incluso a establecer relaciones emocionales o sexuales con féminas. Habitualmente terminan saliendo del armario.

Grupo C o Heterosexualus:

Éstos se identifican con los comúnmente llamados "heterosexuales". Creen sentirse atraídos por el sexo opuesto, por lo que emplean sus esfuerzos, tiempo y recursos económicos en establecer vínculos emocionales con hembras que, con el tiempo, evolucionan a relaciones socialmente estipuladas como puede ser el matrimonio y la creación de una familia, a poder ser estructuralmente normalizada.

Entorno
Estímulos ambientales
Existen diferentes estímulos socioculturales que producen en los individuos la tendencia a situarse en uno de los tres grupos. Vamos a proceder a analizar los más importantes:

- Familia: cuanto más "progre" y/o desestructurada sea ésta, más tendencia tendrá el espécimen a acercarse al grupo A, aunque existen rara avis que tienden a lo contrario.

- Amigos: existen seres conocidos como homonizers (Arturis soleris vulgaris) quienes, además de estar tan dentro del grupo A que debería haber otra letra para definirles, tienen la peculiaridad de "sacar del armario" a todos aquellos que se les acercan. También deben ser mencionadas las especímenes femeninas conocidas como mariliendres, las cuales se relacionan frecuentemente y casi en exclusiva con manadas de individuos principalmente del grupo A, y también tienen el poder de "sacar del armario" a quienes no están fuera.

- Cultura: tanto el ambiente sociocultural en el que madure el individuo como el nivel de estudios que alcance durante su formación determinarán en gran medida el grupo al que pertenecerán durante toda su vida. Un ambiente politicosocial represivo obligará a los Mariquitrolis Comunus a permanecer dentro del grupo B y C junto al resto de hombres, lo cual no significa que en ambientes privados no la metan en lo oscuro a la mínima ocasión.

Por otro lado,un nivel de estudios superior es directamente proporcional a una letra anterior; es decir, un individuo masculino que alcance un posgrado tiene un 99,9% de posibilidades de encontrarse dentro del grupo A, mientras que un sujeto sin el graduado escolar probablemente se identifique con el grupo C.

Mujeres

Las hembras, conocedoras o no de esta clasificación, son las encargadas de asegurar la continuación de la especie. Para ello, invertirán gran parte de su tiempo (lamentablemente decuidando en muchas ocasiones otros aspectos de su vida social como formación, amistades o cuidado de unicornios) y esfuerzo en agenciarse un miembro del sexo opuesto, preferiblemente del grupo C pero sin descartar al resto de grupos. Su misión, así, es mantener a los hombres desconocedores de su condición sexual, práctica conocida como "marearles con el rebote de las tetas".
Confiamos en que este breve ensayo ayude a los lectores a conocer mejor la condición sexual de los sujetos de su misma especie que les rodean y la de ellos mismos. De no ser así, confiamos en que se hayan reído un rato.

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